jueves, 3 de julio de 2014

INTRODUCCIÓN


Los antecedentes del aprendizaje colaborativo, se remontan a la misma historia social del hombre, donde la cooperación entre los hombres primitivos determinaron la clave para su evolución, a través del intercambio, socialización de procesos y toda actividad grupal, a la par de la propia experiencia laboral, lo cual permitió el desarrollo de las manos y la aparición del lenguaje articulado, siendo estos logros materializados con el desarrollo del cerebro.
La educación, formación y desarrollo de la personalidad constituye una problemática esencial en el mundo actual. El prodigioso avance de los conocimientos y el desarrollo tecnológico ha generado serios problemas en las universidades pedagógicas, no sólo en el ámbito investigativo, sino en la conservación, renovación y transmisión del aprendizaje, lo que propicia que el estudiante se vea inmerso en un amplio proceso de constantes cambios. El personal que se prepara en ella, además de que necesita desarrollar métodos efectivos de aprendizaje, debe quedar listo para potenciar el desarrollo de sus estudiantes una vez egresados de la institución que lo forma.
Lograr aprender a través de la cooperación y la solución a tareas comunes encaminadas a establecer interacciones e interjuegos de adjudicación de metas y la asunción de roles diferentes que permitan resultados conjuntos a través del desarrollo de habilidades cognitivas y también sociales, es el proceso de cambio educativo que se alcanza mediante la colaboración comprometida entre todos los agentes socializadores participantes.
El aprendizaje se apoya en la interacción que se tiene con el medio y las personas que lo rodean, siendo una fuente importante de asimilación a nivel cognitivo, afectivo y socializador que le permita desarrollar actitudes frente al trabajo y responder a las exigencias sociales. Asimismo se ha de observar a la revolución tecnológica como una condición que ha cambiado los modelos de desarrollo organizacional de las instituciones educativas.
Son varios los rasgos que caracterizan el nuevo enfoque curricular, pero sin duda el equipo (el grupo), el líder transformacional y la dirección colaborativa participativa son elementos comunes, lo que demanda la participación, el involucramiento y también la interrelación entre todos los implicados.
De lo anterior se reconoce la aparición del aprendizaje colaborativo, como aquella terminología que propone la armonía entre la dirección, maestros, profesores, estudiantes, familia, comunidad y los medios de información y comunicación masivos, comprometiendo a todos en la búsqueda de respuestas a las exigencias sociales amparadas en un creciente desarrollo tecnológico.

Finalmente se espera de dicho aprendizaje, la existencia de una intervención activa, donde los participantes vivan el proceso y se apropien de él, concibiendo al hombre como un ser social que vive en relación con otros y los grupos son la forma de expresión de los vínculos que se establecen entre ellos.

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